Después de encontrarse con contenido subido de tono, el chico decidió probarlo. Día a día, perfeccionó sus habilidades y, al tercer día, finalmente llegó al pináculo del placer, disparando una carga caliente.
Nuestro protagonista, un chico que recientemente descubrió la emoción del auto-placer, está de vuelta en acción por su tercer día.Ha estado perfeccionando sus habilidades, empujando los límites de su excitación, y ahora está listo para tomarlo por una muesca.Con un brillo pícaro en sus ojos, se sumerge en él, con su mano acariciando expertamente su eje endurecido.La anticipación se construye mientras se trabaja en un frenesí, su respiración se palpita con cada golpe.Su cuerpo se tensa, su mano se mueve más rápido, y con un fuerte jadeo, dispara una carga masiva, dejándolo jadeante y satisfecho.Este es un hombre que domina el arte del auto- placer, y no tiene miedo de compartir su viaje.