Cuando el repartidor llega a la puerta de las pizzas no puede resistirse a su encanto seductor.Se aprovecha de su disposición explorando su voluptuoso cuerpo en un encuentro caliente que cumple sus fantasías más salvajes.
En este cuento tentador, un joven repartidor se encuentra en la puerta de una despampanante adolescente, esperando ansiosamente su pizza.Al entregarle la caja, se le pasa por la mente un pensamiento pícaro.Siempre ha fantaseado con lo que sería usar sus curvas deliciosas para su propio placer.Con una sonrisa tumbada, hace una proposición.Le ofrece una pizza gratis a cambio de la oportunidad de explorar su cuerpo.La oferta es demasiado tentadora como para que la jovencita se resista.Ella acepta, y antes de mucho, el repartidorse está explorando cada centímetro de su cuerpo, sus manos vagando libremente por sus curvas.La vista de su forma desnuda alimenta su deseo, y no puede esperar a ver qué otras fantasías tiene guardada esta caliente adolescente para él.Esta es una historia de placer prohibido de reparto de pizza, donde el repartidor se pone más que el negociado.