La ladrona reventada Lily Glees, obligada a ponerse de rodillas por la policía, se atraganta con una enorme polla negra.Sus tetas diminutas rebotan mientras es follada brutalmente por detrás, todo por su enfático "por favor, no me detengas".
La petite Lily Glees fue pillada robando en la tienda con las manos en la masa.El policía, un fornido negro, la confrontó, con su severo porte contrastando su inocencia.Reveló un oscuro secreto - los padres apostando deudas.En un cruel giro, la expuso como hipócrita, obligándola a sucumbir a sus demandas.El oficial, con una monstruosa polla negra, amenazó con exponer a su padre, sin dejarle otra opción que rendirse.Sus pequeños senos se estremecían de miedo mientras se agachaba, presentándole su apretado culo.Ella se llevó su enorme polla a la boca ahogándose con ella como él mandaba.El áspero castigo se desplegó, sus gemidos resonando en la silenciosa tienda.La humillación y el placer se entrelazaron, su cuerpo se retorcía bajo la implacable follada.La traumatizada adolescente solo podía esperar que esto fuera suficiente para proteger el secreto de sus padres.