Mi esposa provoca y luego me complace con sus dedos, lo que lleva a una caliente paja. Es un ritmo tentador de tacto y liberación que termina en un clímax satisfactorio.
Después de un largo día de trabajo, llegué a casa para encontrar a mi esposa toda muñeca y lista para jugar.Ella siempre fue una maestra dándome placer con sus dedos, y esta vez no fue la excepción.Empezó provocándome, sus ágiles dígitos explorando mi palpitante hombría.La anticipación me mataba, pero sabía que tenía que esperar por ella.Y luego, finalmente me permitió tomar el control.No perdí tiempo en devolver el favor, mi mano acariciaba expertamente su depilado coño.La sensación fue increíble, enviando ondas de placer recorriendo nuestros cuerpos.El clímax fue explosivo, mi carga caliente revistiendo su región niflada perfectamente.Fue una vista para contemplar, un testimonio de la ardiente pasión que arde entre nosotros.Y mientras nos basculamos en la seguida, sabía que esto era solo el comienzo de otra noche caliente de amor.