Después de la ruptura, mi ex novia asiática se une a mí para tener sexo en la mesa de billar. Ella cabalga un escritorio, su culo apretado rebotando mientras lo empuje. Nuestras tensiones pasadas desaparecen en gemidos y placer. Una sesión caliente de mesa.
Después de un año de diferencia, las cosas con mi exnovia se habían enfriado, pero su calentura nunca se desvaneció.La invité a ponerse al día, pero solo podía pensar en el buen sabor de gallina.Ella se sentó en el escritorio, y no perdí más tiempo en bucear, saboreando su dulzura.Ella gemía de placer, su cuerpo respondiendo a mi toque.La desnudé completamente, mis ganas crecieron.Me acosté en el escritoio, y ella me sentía a horcajadas, cabalgándome duro.No habíamos tenido sexo en años, pero se sentía como si nunca cesáramos.Saboreé cada momento, su cuerpo moviéndose por encima de mí, sus gemidos llenando la habitación.Era como si no hubiera pasado nada de tiempo.