Una adolescente australiana con grandes tetas es atrapada robando en una tienda y es castigada. Un policía canadiense se une y todos tienen un tiempo salvaje.
En un pueblo pequeño, una chica australiana de grandes tetas es atrapada robando en una tienda.El dueño de la tienda, un canadiense, la confronta y decide darle una lección.Le ordena que se quite el top y que exponga sus grandes tetas.La humillación es intensa mientras está ahí, desnuda, frente al hombre y a otras personas que se han reunido.El castigo continúa mientras él comienza a manosearle los pechos, pellizcando sus pezones y haciendo que salte.La australianoa no puede creer lo que está pasando, pero sabe que se lo merece.El hombre la sigue tocando, haciéndola sentir aún más vergonzosa.Por último, la deja ir, pero no sin antes darle un último pellizco en su teta derecha.La australiana, ahora completamente humillada, sale de la corporación con una lección aprendida.