La policía busca un ladrón y es llevada como testigo durante el interrogatorio, donde se le pide a la mujer que realice actos sexuales al mando.
Una joven es sorprendida por la dominación y obligada a tener sexo oral con su compañero de trabajo en un video privado, donde continúa su exploración intensa y emocionante de la dinámica del poder sexual y los límites del consentimiento. Todos los actores del video son intérpretes experimentados que llevan su juego A al escenario, creando una experiencia verdaderamente inolvidable.